¿Qué es un servidor DNS y para qué sirve?

Todos los dispositivos conectados a internet tienen una dirección IP, una especie de «número de teléfono» que los identifica en la red. Esta dirección es única para cada dispositivo o servidor y permite que los datos viajen correctamente entre ellos. Lo mismo ocurre con las páginas web: para acceder a ellas, necesitamos conocer la dirección IP del servidor donde están alojadas. Sin embargo, memorizar estas secuencias numéricas, que suelen ser largas y complejas, no es nada práctico para los humanos. Por eso, utilizamos nombres de dominio, como www.origenweb.design, que son traducciones amigables de esas direcciones IP.

Imagina que cada página web es como una casa, y la dirección IP es su ubicación exacta en un mapa. Los nombres de dominio funcionan como etiquetas con el nombre de la casa. En lugar de recordar coordenadas (direcciones IP), simplemente escribes el nombre de la casa (el dominio) y llegas al destino.

Mientras nosotros preferimos nombres fáciles de recordar, como google.com o vadavo.com, las máquinas y servidores trabajan mejor con números. Aquí es donde entra en juego el Sistema de Nombres de Dominio (DNS, por sus siglas en inglés). Este sistema actúa como una guía telefónica universal para internet, traduce los nombres de dominio que conocemos y usamos a las direcciones IP que entienden las máquinas.

Por ejemplo, cuando escribes www.google.com en tu navegador, el DNS busca la dirección IP correspondiente a ese dominio, digamos 142.250.185.46, para que tu dispositivo pueda conectarse al servidor correcto. Todo este proceso ocurre en milisegundos, sin que tú te des cuenta.

Gracias al DNS, la navegación por internet se vuelve mucho más sencilla y accesible, eliminando la necesidad de recordar complicadas cadenas numéricas. Sin este sistema, tendríamos que anotar y recordar números interminables para visitar nuestras webs favoritas.


¿Cómo funciona un servidor DNS?

Para cada dominio o subdominio, existe al menos un servidor DNS autorizado que proporciona información sobre ese dominio y sus servidores asociados. Este sistema funciona de manera jerárquica y su función principal es resolver las solicitudes de asignación de nombres.

Imagina una guía telefónica: cada nombre está vinculado a un número de teléfono. Cuando alguien busca un número, el sistema consulta los datos asociados al nombre y los proporciona. De manera similar, el DNS se apoya en una red global de servidores que subdividen el espacio de nombres en zonas, cada una gestionada de forma independiente.

Esta estructura descentralizada permite que, si un servidor DNS primario falla, haya servidores secundarios listos para asumir la tarea, garantizando la continuidad del servicio.


Problemas comunes relacionados con las DNS

Los DNS son esenciales para la accesibilidad de cualquier plataforma web. Si fallan, el acceso a nuestras páginas queda impedido, mostrando mensajes como «Página no encontrada» o «404 Page not found». Algunos problemas derivados de los DNS incluyen:

Problemas derivados de las DNS:

  1. Tiempo de resolución lento: los servidores DNS ineficientes o sobrecargados pueden causar retrasos en la resolución de nombres, lo que ralentiza la carga de las páginas web y afecta la experiencia del usuario.
  2. Falta de disponibilidad: si un servidor DNS falla o no está disponible, los usuarios no podrán acceder a los sitios web asociados con ese servidor, lo que resulta en tiempos de inactividad.
  3. Ataques de denegación de servicio (DDoS): los servidores DNS son vulnerables a los ataques DDoS, en los que un gran volumen de tráfico falso se dirige al servidor con el objetivo de sobrecargarlo y dejarlo inoperable.
  4. Envenenamiento de caché: en este tipo de ataque, se introducen registros DNS falsos en la caché de un servidor DNS, redirigiendo a los usuarios a sitios web maliciosos.
  5. Redirecciones incorrectas: errores en los registros DNS pueden llevar a redirecciones incorrectas, enviando a los usuarios a sitios web equivocados o no deseados.
  6. Propagación lenta de DNS: cuando se realizan cambios en los registros DNS, puede llevar tiempo para que esos cambios se propaguen a través de la red, lo que puede resultar en inconsistencias durante la transición.
  7. Problemas de seguridad: los servidores DNS pueden ser víctimas de ataques de suplantación de identidad y secuestro de dominio, lo que compromete la seguridad y la autenticidad de los sitios web.
  8. Errores de configuración: configuraciones incorrectas en los registros DNS pueden causar problemas de acceso, correos electrónicos no entregados correctamente y otros errores en la comunicación en línea.
  9. Bloqueo de sitios web: en algunos casos, los gobiernos o proveedores de servicios pueden bloquear el acceso a sitios web específicos mediante la manipulación de los servidores DNS.
  10. Fallo del proveedor DNS: si el proveedor de servicios DNS experimenta un fallo a gran escala, puede afectar a múltiples sitios web y servicios que dependen de sus servidores.
  11. Errores de configuración local: los usuarios pueden enfrentar problemas si han configurado incorrectamente sus propios servidores DNS o si están utilizando servidores DNS públicos inseguros.
  12. Problemas de actualización de registros: las actualizaciones incorrectas o retrasadas en los registros DNS pueden llevar a la desincronización de los datos y la falta de acceso a servicios.
  13. Problemas de balanceo de carga: en situaciones donde se utiliza el balanceo de carga entre múltiples servidores, los problemas de DNS pueden afectar la distribución adecuada del tráfico.
  14. Vulnerabilidades de software: los servidores DNS pueden ser susceptibles a vulnerabilidades de software que los hackers pueden explotar para acceder a sistemas y datos sensibles.

Lo más habitual es que un DNS no funcione por problemas de asignación. Estos son casos en los que un dominio no tiene registro de DNS y por tanto el servidor no funciona por que no se encuentra, lo que puede deberse a problemas de conexión a internet desde el navegador, fallos en el funcionamiento de protocolos TCP/IP o de DHCP, o en el router, o bien porque el equipo está infectado por algún tipo de malware que afecte a la conexión de red.


¿Cómo solucionar estos problemas de DNS?

Aquí tienes una guía sobre cómo resolver algunos de los problemas comunes relacionados con los servidores DNS:

  1. Tiempo de resolución lento:
    • Cambiar a servidores DNS más rápidos y confiables ofrecidos por proveedores reconocidos.
    • Considerar el uso de servicios de DNS sobre HTTPS (DoH) o DNS sobre TLS (DoT) para mejorar la privacidad y la velocidad de resolución.
  2. Falta de disponibilidad:
    • Configurar servidores DNS secundarios o de respaldo para asegurar la continuidad del servicio en caso de falla del servidor principal.
    • Optar por servicios DNS administrados por proveedores con una sólida infraestructura.
  3. Ataques de denegación de servicio (DDoS):
    • Implementar soluciones de mitigación DDoS para filtrar el tráfico malicioso y mantener la disponibilidad del servidor DNS.
    • Utilizar servicios de seguridad en la nube que puedan absorber los ataques DDoS y redirigir el tráfico legítimo.
  4. Envenenamiento de caché:
    • Mantener actualizados los servidores DNS con parches de seguridad.
    • Implementar soluciones de seguridad que detecten y bloqueen los intentos de envenenamiento de caché.
  5. Redirecciones incorrectas:
    • Revisar y corregir los registros DNS para asegurarse de que las redirecciones se configuren correctamente.
    • Realizar pruebas exhaustivas después de realizar cambios en los registros DNS.
  6. Propagación lenta de DNS:
    • Configurar tiempos de vida (TTL) más cortos en los registros DNS durante la transición para acelerar la propagación.
    • Planificar los cambios con anticipación para minimizar los impactos en el tiempo de inactividad.
  7. Problemas de seguridad:
    • Utilizar servidores DNS que implementen medidas de seguridad como DNSSEC (DNS Security Extensions) para proteger contra ataques de suplantación.
    • Mantener actualizado el software del servidor DNS y monitorear las actividades sospechosas.
  8. Errores de configuración:
    • Verificar y corregir la configuración de los registros DNS, incluidos los registros A, CNAME, MX y TXT.
    • Utilizar herramientas de verificación de configuración para identificar y resolver problemas.
  9. Bloqueo de sitios web:
    • Cambiar a servidores DNS alternativos o utilizar servicios de red privada virtual (VPN) para eludir los bloqueos de DNS.
    • Configurar un servidor DNS privado o utilizar servicios de DNS anónimos.
  10. Fallo del proveedor DNS:
    • Mantener actualizados los contactos de soporte del proveedor DNS y estar preparado para migrar a un proveedor alternativo en caso de fallo prolongado.
  11. Errores de configuración local:
    • Restaurar la configuración predeterminada de DNS si se sospecha de configuraciones erróneas.
    • Utilizar los servidores DNS recomendados por el proveedor de servicios de Internet o configurar servidores DNS confiables.
  12. Problemas de actualización de registros:
    • Actualizar los registros DNS con precisión y puntualidad cuando sea necesario.
    • Verificar que las actualizaciones se hayan propagado correctamente mediante herramientas de verificación.
  13. Problemas de balanceo de carga:
    • Revisar la configuración de balanceo de carga para asegurarse de que los servidores se distribuyan correctamente.
    • Realizar pruebas periódicas para garantizar un balanceo de carga efectivo.
  14. Vulnerabilidades de software:
    • Mantener el software del servidor DNS actualizado con las últimas versiones y parches de seguridad.
    • Implementar soluciones de seguridad y firewalls para proteger contra intrusiones y ataques.

Cómo elegir un buen servidor DNS

Al seleccionar un servidor DNS, considera:

  1. Velocidad: opta por proveedores como VADAVO que ofrezcan tiempos de respuesta rápidos.
  2. Seguridad: Elige servicios que implementen medidas de seguridad como DNSSEC.
  3. Redundancia: Asegura que el proveedor tenga servidores secundarios para garantizar la continuidad del servicio.
  4. Reputación: Confía en proveedores reconocidos en el mercado.

Herramientas para diagnosticar problemas DNS

Si los usuarios experimentan problemas de acceso a sitios web o notan una lentitud inusual, hay varias herramientas disponibles para diagnosticar problemas DNS. Herramientas en línea como «DNS Checker» pueden verificar la propagación de DNS en diferentes ubicaciones. Los comandos en la línea de comandos, como «nslookup» y «dig«, permiten a los usuarios obtener información detallada sobre la resolución de nombres y los registros DNS.

Además, servicios en línea como «Google PageSpeed Insights» pueden evaluar la velocidad de carga de un sitio y ofrecer recomendaciones para mejorar el rendimiento. Estas herramientas ayudan a identificar problemas de DNS y otros factores que pueden estar afectando la experiencia del usuario.

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